Reflexiones sobre la
confrontación
“Hoy en día, en una
reyerta entre dos contendientes, seguro que esta se resuelve en el suelo”.
Últimamente, es una de las afirmaciones que más he tenido
que escuchar a la hora de especular sobre el resultado de una pelea, o
conflicto en la calle, entre dos
antagonistas, y enfatizo lo de entre dos.
El gran auge de las
disciplinas deportivas o de combate, como el Vale Tudo o las M.M.A. nos
muestran que en muchos de estos combates, la habilidad de los luchadores
termina siendo determinante según resulte de dominar la lucha en el suelo, máxime
cuando la morfología física de tu adversario pueda suponer, a priori, un hándicap.
“Es en el suelo donde más se compensan las diferencias, de tamaño, peso, fuerza y
potencia”, otra frase célebre.
¿Qué pasa entonces con las
disciplinas o artes marciales que, prácticamente, no utilizan técnicas de suelo?
No vamos a negar las
bondades de las artes de combate como la lucha grecorromana, el sambo, el brazilian
jiu jitsu, entre otras, cuya efectividad está sobradamente demostrada.
En primer lugar, imaginemos
una pelea entre dos personas, una de ellas sin entrenamiento de combate y el
otro sí, el resultado salvo sorpresa mayúscula, será evidente. ¡El entrenamiento
ha funcionado!
Ahora, entre dos personas (con
similares características físicas) sin ningún tipo de formación de combate, el
resultado es incierto.
Sin embargo, la cosa puede
cambiar si ambos adversarios están formados en diferentes disciplinas de
combate.
Realicemos un esfuerzo
imaginativo y visualicemos a los contendientes:
Varón de 24 años, 170 cm de
estatura, 65 kilos de peso y entrenado en las Artes Marciales Mixtas (MMA).
El otro adversario, 26 años,
185 cm de estatura, 80 kg y experto en Taekwondo y brazilian Jiu Jitsu.
Sigamos imaginando a estas
dos personas cara a cara en posición de guardia, tanteando la situación y
esperando el momento oportuno para iniciar las hostilidades.
¿Cuál de los dos
luchadores resultara vencedor en la contienda?
¡Hagan sus apuestas,
señores!
Es prácticamente imposible
establecer el resultado de la contienda, ya que como todos sabemos, hay muchos
factores que pueden resultar determinantes y condicionen su resultado.
Pues bien, consideremos como un factor determinante el contar con el primer elemento, la sorpresa
Para sorprender, antes he
tenido “la mente” dispuesta para, de manera inmediata, poder preparar una “estrategia”,
escoger “la técnica” a ser posible definitiva y, la clave de todo, ejecutarla
en el menor “tiempo” a una “velocidad” y “precisión” imposibles de detener o esquivar
por el contrario, sin olvidar que puedo errar y debo tener preparada mi defensa
ante el contraataque. Sera en este caso, donde el
contendiente que consiga conectar primero esta “técnica definitiva”, podrá resolver con más probabilidad el combate
a su favor.
He visto en combates de
M.M.A. a alguno de los contendientes, sin preámbulos, acudir al cuerpo a cuerpo
con la única intención de derribar al contrario por considerar que su dominio
de las técnicas de suelo era superior o incluso dejarse caer delante de su
adversario, al saberse o creerse dominador de esta situación, invitando al
antagonista a tener que acudir a golpearle desde el suelo.
Siempre que veo estas imágenes,
viene a mi mente la figura de mi Sensei, el gran maestro José Luis Pepiol, mirándome
fijamente a los ojos con una mezcla de reproche y preocupación, mientras me
recuerda “¡Cuidado! si caemos al suelo nos pueden dar la del pulpo, hay que
guardar el equilibrio, procurar no caernos, que no nos tiren; imagina si son
varios adversarios y yo estoy en el suelo siendo golpeado por todos los lados...”
Utilizando nuestras técnicas
preferidas, aquellas que por nuestras características resultan ser las que
mejor ejecutamos, aumentan nuestras posibilidades de superar con éxito alguna agresión
de uno o varios individuos. Cuanto más amplio y variado sea nuestro “arsenal”
técnico, mejor.
El Karate Jitsu es el arte
con las manos vacías más completo, según mi modesta opinión basada en el conocimiento, y observación de otras disciplinas de combate y marciales, ya que utiliza todas
las técnicas de defensa, golpeo, derribo, control y de trabajo en el suelo que
se utilizan en la mayoría de artes marciales.
Reivindico la necesidad,
mediante el entrenamiento y su práctica, del uso de técnicas de golpeo suficientes y necesarias para poder repeler o finalizar una agresión desde arriba, evitando la posibilidad de tener que resolver la situación en el suelo.
Una de la frases del maestro Bruce Lee que me encantan:
"La simplicidad es la clave de la brillantez"
Osss!!!